“Vida normal”, programa de apoyo al adulto mayor o geriátrico
De acuerdo con los datos proporcionados por el Ministerio de Inclusión Social y Económico (MIES), en el Ecuador la proporción de crecimiento de la población adulta mayor está en el 9%, indicativo de que estamos en un período de envejecimiento demográfico; a eso hay que agregarle que entre los 65 y los 85 años hay un incremento en el deterioro cognitivo y con eso una mayor aparición de demencias y otras enfermedades neurodegerativas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020, existen 50 millones de personas con demencia, siendo la enfermedad de Alzheimer y otras demencias las que toman mayor importancia a partir de los 75 años.
Al deterioro cognitivo se lo debe entender como la alteración de las funciones cognitivas del individuo, que afectan la capacidad de retener información, la manera en que se da la comunicación y la capacidad para concentrarse en diferentes actividades, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (2020). El deterioro cognitivo en el adulto mayor no es sinónimo de un declive propio de la edad, sino una alteración en sus funciones cognitivas que perjudica sus actividades diarias.
Ante el aumento de deterioro cognitivo en la población de adultos mayores se ha puesto en relevancia el estudio del estado cognitivo en diferentes ámbitos, el primero el considerado “vida normal” entendiéndose como las condiciones en las cuales los adultos mayores puedan desarrollarse en su día a día y de manera permanente en centros gerontológicos, ya sea solos o con el apoyo de familiares, quienes los acompañan y asisten de manera activa a programas de apoyo proporcionados por el MIES y otras instituciones afines.
Los resultados obtenidos muestran que el deterioro cognitivo estuvo más presente en la población que reside en centros gerontológicos (99%), seguido de aquellos que no asisten a los programas (83%) y finalmente los participantes de los programas de apoyo (75%).
En cuanto a las áreas cognitivas evaluadas se pudo encontrar una mayor conservación en los procesos ligados al reconocimiento visual, conceptualización y verbalización; de igual forma, en los procesos de reconocimiento espacial y temporal. Contrario a esto, las áreas que se encuentran más afectadas son los de representación, reconocimiento y manipulación mental de los objetos, además del relacionado a la memoria de trabajo.
Respecto a algún tipo de relación con datos socio demográficos, no se encontraron correlaciones significativas en cuento al sexo y al nivel de estudios en la incidencia de deterioro cognitivo.
Con los resultados obtenidos queda en evidencia el impacto positivo que tienen los programas de apoyo al adulto mayor en su proceso de conservación de las funciones cognitivas. Esto puede deberse a que sus actividades están orientadas a trabajar en las necesidades del adulto mayor junto con los procesos de socialización.
El deterioro cognitivo puede presentarse independientemente de otros factores como sexo, edad y nivel educativo; esto debe servir como base para mantener seguimiento permanente en los adultos mayores y prestar más atención a los cambios que se están produciendo para evitar confundir signos de envejecimiento propios de la edad con signos de deterioro cognitivo.