¿Sabías que la realidad virtual puede utilizarse en intervenciones de rehabilitación cognitiva para diagnóstico y entrenamiento? Esta tecnología permite desarrollar propuestas que tradicionalmente solo se han implementado utilizando elementos físicos que implican mayores recursos y un menor grado de automatización.
Blog Indoamérica le preguntó al investigador de tecnologías y educación, Jorge Buele, sobre el estudio “The cupboard task: An immersive virtual reality-based system for everyday memory assessment”, que presenta una aplicación de realidad virtual inmersiva para la evaluación de la memoria de una manera más ecológica y basada en una actividad de la vida diaria. Esto fue lo que nos comentó:
¿Qué antecedentes consideraron para plantear esta investigación?
Este estudio evaluó el desempeño del adulto joven y de mediana edad para realizar una actividad de la vida diaria (AVD): recordar y elegir ingredientes en una alacena de cocina; dentro de un ambiente virtual (RV). Como antecedentes se consideraron dos estudios: en la Figura 1 se muestra una primera versión desarrollada por (González-Landero et al., 2019) probada en adultos jóvenes y de mediana edad. Posteriormente, realizamos una segunda versión (Figura 2) que fue probada en el adulto mayor con y sin Alzheimer (Palacios-Navarro et al., 2022).
Te podría interesar: Tecnología robótica para no videntes
¿En qué consistió la metodología de esta investigación?, ¿cómo se evalúa la memoria?
La evaluación cognitiva permite identificar un rendimiento inadecuado en personas de todas las edades.
Las pruebas tradicionales suelen medir habilidades cognitivas en un entorno de laboratorio (conocido como controlado), sin embargo, simular un entorno de cocina (AVD) puede captar mejor cómo se desempeña una persona en situaciones cotidianas. Además, las aplicaciones de RV pueden ser más motivadoras y atractivas que las pruebas clásicas (Słyk et al., 2019). Como se muestra en la Figura 3, se muestran varios objetos al participante y luego se pregunta su ubicación.
¿Cómo se seleccionó la muestra de 22 participantes?, ¿qué perfiles fueron necesarios?
Para que los estudios tengan un mayor rigor científico es necesario definir una muestra que sea estadísticamente significativa. El software G*Power estableció una muestra mínima de 21 participantes, sin embargo, se reclutaron 22. Estas personas debían tener una edad entre 18 y 65 años, estar cognitivamente saludables (puntuación del MMSE (Cockrell & Folstein, 2002) mayor a 26) y firmar el consentimiento informado que autoriza su participación.
¿Hacia dónde se orienta la investigación en tecnologías aplicadas a la salud y educación?
La tendencia es clara: la tecnología debe ser capaz de adaptarse a las necesidades y capacidades individuales de cada persona (McDaniel et al., 2014).
Las aplicaciones de realidad virtual que simulan AVD pueden usarse como una terapia y es justamente parte de nuevas investigaciones que realiza Universidad Indoamérica con universidades europeas.
Para incrementar la inmersión y la experiencia se podrían usar las manos del participante de forma natural como lo hicimos en este artículo (Varela-Aldás et al., 2023) (Figura 4); esto también podría usarse en el ámbito educativo.
¿Por qué es importante promover, invertir y difundir la investigación de las tecnologías aplicadas a la salud y educación?
La inversión en salud y educación es esencial para mejorar la calidad y accesibilidad de estos servicios.
Las innovaciones tecnológicas pueden personalizar el diagnóstico, tratamiento y capacitación de personas de todas las edades. Esto podría reducir las brechas socioeconómicas y geográficas, asegurando que todos tengan la oportunidad de beneficiarse de los avances tecnológicos actuales.
¿Qué aporte fundamental tiene este estudio?
El uso de las tecnologías de realidad extendida, como la realidad virtual y aumentada, es relativamente reciente y su adopción generalizada en la sociedad aún está en proceso de análisis, por lo que no podemos emitir juicios de valor definitivos. No obstante, este estudio proporciona evidencia que respalda la idea de que estas tecnologías pueden emplearse con el propósito de buscar el bienestar del ser humano de toda edad, especialmente en poblaciones vulnerables como el adulto mayor.
Referencias
Cockrell, J., & Folstein, M. (2002). Mini-mental state examination. Principles and Practice of Geriatric, 140–141.
González-Landero, F., García-Magariño, I., Amariglio, R., & Lacuesta, R. (2019). Smart cupboard for assessing memory in home environment. Sensors (Switzerland), 19(11), 2552. https://doi.org/10.3390/s19112552
McDaniel, M. A., Binder, E. F., Bugg, J. M., Waldum, E. R., Dufault, C., Meyer, A., Johanning, J., Zheng, J., Schechtman, K. B., & Kudelka, C. (2014). Effects of cognitive training with and without aerobic exercise on cognitively demanding everyday activities. Psychology and Aging, 29(3), 717–730. https://doi.org/10.1037/a0037363
Palacios-Navarro, G., Buele, J., Gimeno Jarque, S., & Bronchal Garcia, A. (2022). Cognitive Decline Detection for Alzheimer’s Disease Patients Through an Activity of Daily Living (ADL). IEEE Transactions on Neural Systems and Rehabilitation Engineering, 30. https://doi.org/10.1109/TNSRE.2022.3196435
Słyk, S., Zarzycki, M. Z., Kocwa-Karnaś, A., & Domitrz, I. (2019). Virtual reality in the diagnostics and therapy of neurological diseases. Expert Review of Medical Devices, 16(12), 1035–1040. https://doi.org/10.1080/17434440.2019.1693892
Varela-Aldás, J., Buele, J., Amariglio, R., García-Magariño, I., & Palacios-Navarro, G. (2022). The cupboard task: An immersive virtual reality-based system for everyday memory assessment. International Journal of Human Computer Studies, 167. https://doi.org/10.1016/j.ijhcs.2022.102885
Varela-Aldás, J., Buele, J., López, I., & Palacios-Navarro, G. (2023). Influence of Hand Tracking in Immersive Virtual Reality for Memory Assessment. International Journal of Environmental Research and Public Health, 20(5), 4609. https://doi.org/10.3390/ijerph20054609
