¿Y qué pasó con la guerra de Crimea?

Durante la Guerra de Crimea, entre 1853 y 1856, los hospitales militares enfrentaban una crisis sanitaria alarmante. Las instalaciones eran obsoletas, insalubres y carecían de recursos básicos para atender a los soldados heridos o enfermos. Sin embargo, la llegada de las enfermeras, lideradas por Florence Nightingale, marcó un antes y un después en la historia de la atención sanitaria. En este Blog exploraremos cómo el rol de las enfermeras transformó estas condiciones y salvó miles de vidas.

¿Quién fue Florence Nightingale?

Florence Nightingale nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia, Italia y falleció el 13 de agosto de 1910 en Londres, Inglaterra, fue una enfermera británica a la cual consideraron fundadora de la enfermería moderna, ella nació en una familia adinerada que le permitió recibir una educación avanzada lo cual para la época era algo inusual para las mujeres.

Nightingale desde joven sintió que tenía una vocación por el servicio a los demás y eso la llevó a enfrentarse a las expectativas sociales para dedicarse a la enfermería la cual era una profesión entonces desprestigiada.

Las deplorables condiciones sanitarias en la guerra: papel de la enfermera

Durante la Guerra que se libró entre el 16 de octubre de 1853 y el 30 de marzo de 1856, las enfermeras las cuales fueron lideradas por Florence Nightingale, transformaron la atención sanitaria de la época al implementar medidas de higiene, organización y cuidado humanizado en los hospitales de campaña, esto ocasionó que se redujera drásticamente la tasa de mortalidad.

Cabe recalcar que antes de la llegada de las enfermeras, los hospitales militares en Crimea estaban en condiciones deplorables, ya que, la falta de higiene, la acumulación de personas y la escasez de suministros médicos provocaban que la tasa de mortalidad sea alta y era principalmente por infecciones como el cólera y la disentería, más que por las heridas de combate, además que, los soldados heridos eran tratados en espacios sucios y mal ventilados, sin atención adecuada.

Para solucionar el problema de atención en los solados Nightingale y un grupo de 38 enfermeras voluntarias en 1854 fueron enviadas al hospital militar de Scutari que hoy en día lleva el nombre Estambul, para enfrentar la crisis del momento.

Allí implementaron prácticas básicas de higiene, las cuales se basaron en limpiar regularmente las áreas de trabajo, ventilar los espacios y desinfectar los equipos. Esto hizo que se redujera drásticamente la tasa de mortalidad la cual pasó de 42% al 2% en pocos meses.

Organización y cuidado humanizado: un enfoque transformador

Florence Nightingale no solo mejoró la atención médica en los hospitales durante la Guerra de Crimea, sino que también revolucionó la forma en que se cuidaba a los pacientes. Bajo su liderazgo, las enfermeras introdujeron un sistema organizado para priorizar la atención, asegurándose de que los soldados más graves recibieran cuidados inmediatos.

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Pero no se trataba solo de medicina; Nightingale entendió la importancia de cuidar el lado humano. Visitaba a los pacientes por las noches, llevando una lámpara en mano, lo que le dio el apodo de “La Dama de la Lámpara”. Este gesto no solo brindaba consuelo, sino que marcó el comienzo de un enfoque más empático y centrado en el paciente, un legado que sigue vigente en la enfermería moderna.

El poder de los datos: ¿Cómo las estadísticas cambiaron la salud pública?

Además de ser una enfermera excepcional, Florence Nightingale fue una visionaria en el uso de datos y estadísticas para impulsar cambios. Durante su tiempo en Crimea, recopiló información detallada sobre las causas de muerte en los hospitales y descubrió que la mayoría de los soldados no morían por heridas de guerra, sino por infecciones causadas por la falta de higiene. Nightingale utilizó gráficos innovadores, como su famoso diagrama de áreas polares, para mostrar cómo las mejoras en limpieza y ventilación reducían drásticamente la mortalidad.

Esta evidencia no solo convenció a las autoridades de reformar los hospitales militares, sino que sentó las bases para el uso de estadísticas en la salud pública.

Su trabajo no solo salvó vidas en la guerra, sino que transformó la gestión sanitaria a nivel global.

Escrito por MSc. Estefanía Alexandra Acosta Yansapanta, Docente/Coordinadora de la carrera de Enfermería; Ruth del Rocío Esparza Ramírez, Carlos Daniel Lascano Cajas y María Fernanda Paltan Lluilema, estudiantes de Enfermería, Universidad Indoamérica.

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