¿Dejaste de utilizar mascarilla?, ¿has asistido a eventos masivos?, ¿ya no lavas tus manos con frecuencia? Aunque parece que la pandemia del COVID19 ha terminado, persisten muchos casos, sobre todo aquellos con síntomas leves o moderados que pueden confundirse con otros similares y patologías más leves.
Para los científicos, la pandemia aún no ha terminado, a pesar de la vacunación mundial y las medidas epidemiológicas y los esfuerzos de control.
Los síntomas en situaciones clínicas leves o moderadas de COVID19 varían en todo el mundo, y el comportamiento humano influye directamente en los hallazgos clínicos.
La investigación “A comprehensive study of Ecuadorian adult patients with a mild and moderate presentation of COViD-19” de Fabricio González-Andrade, docente investigador de la Universidad Indoamérica, se plantea caracterizar a los pacientes no hospitalizados con presentación clínica leve y moderada.
Para ello se realizó un estudio epidemiológico, observacional, descriptivo y transversal realizado en Ecuador, con 1.447 participantes entre 18 y 66 años, no hospitalizados, con una prueba de RT-PCR molecular para SARS-CoV2. Se analizaron las características demográficas según sexo, grupo de edad, hallazgos clínicos, comportamiento tras el diagnóstico, familiar y social comportamiento, secuelas, evolución clínica, tipo de exposición e historia personal.
Algunos estudios describieron presentaciones atípicas, y los adultos mayores y las personas con problemas médicos las comorbilidades pueden tener una manifestación tardía de fiebre y síntomas respiratorios. En otra, es decir, la descripción clínica no es específica.
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De hecho, los coronavirus son agentes patógenos que pueden causar una variedad de síntomas respiratorios, entéricos, hepáticos y neurológicos infección por estos agentes, en su mayor parte, pueden pasar desapercibidos o producir cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta cuadros más agudos y severos como los producidos por el SARS y el MERS—CoV.
La mayoría de los pacientes son portadores asintomáticos que tienen el potencial de ser contagiosos para otros con los que entran en estrecho contacto y tienen una enfermedad leve similar a la infección por influenza.
La muestra analizada tenía una edad media de 37 años y la distribución por grupos de edad fue de 18 a 30 años, en total 524 personas. Entre los hallazgos podemos mencionar que en las mujeres el síntoma más común fue fiebre >38˚C (en un 54,40 % de la muestra). Las comorbilidades fueron más prevalentes en todas las personas mayores de 45 años.
Síntomas neuropsiquiátricos como los trastornos del sueño, el trastorno de ansiedad generalizada, el estado de ánimo depresivo y la fatiga crónica fueron más prevalentes en hombres que en mujeres.
El estudio concluye que es fundamental destacar que los no hospitalizados constituyen la población predominante de pacientes, de ahí la importancia de manejo adecuado que incidiría directamente en el colapso de los centros de salud. Anota también que es vital abrir más investigaciones que comparan pacientes hospitalizados y ambulatorios para tener una imagen más clara de esta epidemia.
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Fuente consultada:
“A comprehensive study of Ecuadorian adult patients with a mild and moderate presentation of COViD-19” escrito por Fabricio González-Andrade de la Facultad de Ciencias de la Salud y Bienestar, Universidad Indoamérica, y de la Facultad de Ciencias Médicas, Unidad de Medicina Traslacional, Universidad Central del Ecuador; y Yenddy Carrero de la Facultad de Ciencias de la Salud, Carrera de Medicina, Universidad Técnica de Ambato. Recuperado en: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0283535, el 7 de junio de 2023.
