Transformando la educación online 

En el entorno educativo actual, es esencial que tanto estudiantes como docentes adquieran competencias digitales para aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles. Los Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS) son clave para organizar, seguir y evaluar el aprendizaje en línea, facilitando la interacción entre docentes y estudiantes. 

Las competencias digitales deben integrarse con métodos de enseñanza que fomenten la participación activa, el pensamiento crítico y la personalización del aprendizaje, asegurando que la tecnología se utilice de manera efectiva para mejorar los procesos pedagógicos y satisfacer las necesidades de los estudiantes. 

En el mundo digital actual, ofrecer una educación online de calidad requiere metodologías que conecten de verdad con los estudiantes. A través de proyectos reales, los estudiantes resuelven problemas mientras desarrollan habilidades creativas.  

Con el aprendizaje invertido, asumen el control de su aprendizaje, preparándose previamente para aprovechar el tiempo interactivo en línea. Las metodologías ágiles permiten una retroalimentación constante, adaptándose a sus necesidades, y el aprendizaje colaborativo fomenta la conexión y el intercambio de ideas.  

Integrando estas metodologías con tecnologías personalizadas, se crea una experiencia educativa dinámica y flexible.

Motivación: los docentes deben adquirir no sólo las habilidades básicas necesarias para utilizar herramientas y recursos tecnológicos que faciliten la comunicación, sino también un rol de liderazgo y dinamismo para impartir una enseñanza  adecuada y acorde a las necesidades  educativas de los  estudiantes (Garcés, 2020a; Zhang y Lin, 2020). 

La experiencia de la universidad con los Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS), junto con herramientas de publicación, colaboración, evaluación y retroalimentación, ha sido muy positiva. Estas plataformas han eliminado las barreras geográficas y de tiempo, permitiendo a los estudiantes acceder a contenidos desde cualquier lugar.  

Además, facilitan la interacción y el seguimiento entre docentes y estudiantes, sin importar su ubicación, lo que favorece una educación más inclusiva y accesible para todos. Los resultados son muy positivos.  

Los estudiantes se han apropiado de su aprendizaje, mejorando su rendimiento académico y fortaleciendo habilidades clave. Este avance está relacionado con el desarrollo de actitudes y valores esenciales para su éxito profesional. Además, al integrar herramientas tecnológicas y metodologías interactivas, han fortalecido su capacidad para resolver problemas reales, aplicar soluciones efectivas y trabajar de manera colaborativa en proyectos

Calidad: en el ámbito del aprendizaje en línea, es fundamental prestar atención al componente logístico, ya que las fallas técnicas en los cursos pueden generar una experiencia frustrante para los estudiantes, afectando negativamente su percepción general del programa (Yates et al., 2021), por lo que el diseño centrado en la facilidad de uso y el soporte tecnológico adecuado, requieren un enfoque diferenciado. 

Escrito por: Hugo Yánez, docente, Universidad Indoamérica.  

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