La gestión estratégica de las empresas ecuatorianas
Es posible afirmar que las empresas carecen de conocimientos y capacidades específicas. Todas buscan capacidades para innovar, participar, desarrollar capacidades de gestión del cambio para adaptarse, y así estimular su crecimiento. Esto sucede no solo en el Ecuador, sino también en el mundo.
Las llamadas economías en desarrollo, que se caracterizan por la escasez de recursos y sistemas de apoyo imperfectos, necesitan un empuje estratégico en la creación de innovaciones tecnológicas, es decir, sus empresas necesitan aprender la importancia de la gestión de las redes y los vínculos.
Es casi imposible hablar de los beneficios que pueden tener las empresas sin mencionar el capital social.
En este estudio, que abarca los datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo (INEC), se recalca que algunos autores han mostrado ya la relevancia que presenta el capital social en el desempeño o eficiencia de la institución. Muchos afirman que depende de manera directa de las características de las redes y del tipo de relaciones que mantienen las empresas dentro de esas redes.
El INEC, a través de la encuesta en Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación – ACTI 2012-2014, recogió datos de tipo cuantitativo considerando distintas variables que intentan capturar diferentes dimensiones relacionadas con el objeto de estudio. Consideró instituciones de diversos sectores (organizaciones públicas, privadas y sin fines de lucro que realizan actividades científicas y tecnológicas).
Algunos hallazgos importantes de la encuesta en mención, es que las empresas se levantan por servicios externos o por entes externos para desarrollar determinadas actividades que solas o individualmente no podrían hacerlo, como son aspectos relativos a la consultoría y asistencia técnica.
También se demuestra que el capital social se apoya en la pertenencia a redes para la creación de valor en las acciones de los individuos en favor de la colectividad de la que son parte.
Entonces, ¿la unión hace la fuerza? En este caso, la colaboración con otra institución o empresa es mínima.
La generación de innovación por la propia empresa es la acción más recurrente. Las empresas prefieren innovarse “por sí mismas”, y esto evidencia que quienes son más proclives a realizar este tipo de colaboraciones son las empresas pequeñas del sector servicios, según datos del INEC.
¡El capital social importa!
Los diversos aspectos que conforman el capital social, en sus ámbitos técnico y social, en los sectores empresariales son importantes, al igual que la influencia que tienen la cultura y los nexos generados en ella porque permiten a los actores involucrados obtener mayores beneficios tanto económicos como productivos cuando de innovación tecnológica.
La innovación tecnológica permite, en cierto modo, llevar a cabo esa transferencia de conocimiento y tecnología entre las redes hacia la sociedad, construyendo una sinergia interesante para el tejido empresarial.
¿Y tú, estás pensando crear alianzas para innovar estratégicamente tu empresa?