La vida universitaria no solo se trata de asistir a clases y cumplir con tareas, sino también de involucrarse en proyectos que nos preparan para el mundo real. Como miembro del Semillero Empresarial “UTI Business” y estudiante de Jurisprudencia, he tenido la oportunidad de participar en un proyecto que me permitió colaborar con una emprendedora local, aprendiendo no solo sobre el emprendimiento, sino también sobre cómo aplicar mis conocimientos legales en la práctica.
El objetivo principal de este proyecto fue brindar asesoría legal y estratégica a emprendedores locales para ayudarlos a formalizar y desarrollar sus negocios. La emprendedora con la que trabajé se dedica a la creación artesanal de productos como muñecas de trapo, llaveros de resina epóxica y tapices, entre otros. Desde el primer encuentro, quedé impresionado por su pasión y su compromiso, así como por su capacidad para superar los desafíos que enfrentan muchos emprendedores en nuestro país.
Conociendo al emprendedor: un enfoque integral
Durante nuestra colaboración, analizamos a fondo diferentes aspectos de su negocio, desde la producción hasta la distribución y el marketing. Entre los puntos más destacados, están:
- Producción y sostenibilidad:
- Selección de materiales locales y reciclados.
- Uso de técnicas artesanales tradicionales.
- Compromiso con la sostenibilidad en cada etapa del proceso.
- Distribución personalizada:
- Entregas mediante puntos de encuentro previamente establecidos.
- Participación activa en ferias artesanales
- Estrategias de marketing emergentes:
- Construcción de una marca centrada en el valor artesanal.
- Primeros pasos hacia la digitalización a través de redes sociales.
- Asesoría legal:
- Orientación sobre los procesos para formalizar su negocio.
- Capacitación sobre normativas relacionadas con el comercio local y los derechos del consumidor.
El modelo IKIGAI aplicado al emprendimiento
Para profundizar en su visión, aplicamos el modelo del IKIGAI, que ayudó a identificar lo que ama hacer, lo que el mercado necesita, en lo que es buena y por lo que puede recibir ingresos. Este análisis permitió identificar sus principales fortalezas y áreas de oportunidad:
- Lo que ama: crear productos únicos que reflejan su creatividad y amor por la artesanía.
- Lo que el mundo necesita: alternativas sostenibles y accesibles a los productos industriales.
- En lo que es buena: elaboración artesanal, creatividad y gestión de relaciones comunitarias.
- Por lo que puede ser pagada: productos personalizados y talleres de capacitación.
Propuestas para el desarrollo del negocio
Con base en este análisis, desarrollamos propuestas concretas para potenciar el emprendimiento:
- Digitalización: creación de una página web, opciones de pago digital y presencia activa en redes sociales.
- Innovación: desarrollo de nuevas líneas de productos y técnicas de personalización.
- Sostenibilidad: implementación de empaques ecológicos y programas de reciclaje.
- Escalabilidad: estandarización de procesos clave para aumentar la producción sin comprometer la calidad.
Retos y aprendizajes
El proceso no estuvo exento de desafíos. Entre ellos, la resistencia inicial al cambio digital y las limitaciones de recursos fueron los más evidentes. Sin embargo, cada obstáculo representó una oportunidad para aprender y crecer, tanto para la emprendedora como para mí.
Trabajar con una emprendedora presenta una serie de retos y aprendizajes que enriquecen la experiencia profesional y personal. A continuación, se destacan algunos de los principales:
- Retos:
- Incertidumbre y riesgo constante: los emprendedores suelen enfrentarse a un entorno incierto donde las decisiones pueden tener consecuencias importantes. Esto requiere flexibilidad y la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios inesperados.
- Limitación de recursos: el acceso a recursos financieros, humanos y materiales puede ser limitado, lo que obliga a ser creativo y eficiente en la gestión de los mismos.
- Multifuncionalidad: por lo general los emprendedores y su equipo deben asumir múltiples roles, lo que puede generar sobrecarga de trabajo y la necesidad de aprender rápidamente nuevas habilidades.
- Desafíos en la toma de decisiones: la toma de decisiones puede ser rápida y a veces incierta, lo que exige un análisis constante y la capacidad de manejar el estrés.
- Acceso a mercados y redes: posicionarse en el mercado, captar clientes y construir una red sólida pueden ser procesos complejos, especialmente para nuevos emprendimientos.
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- Aprendizajes:
- Resiliencia y perseverancia: trabajar con una emprendedora enseña a mantenerse firme frente a los fracasos y a ver los desafíos como oportunidades para crecer y mejorar.
- Creatividad e innovación: la escasez de recursos y la necesidad de diferenciarse fomentan la innovación constante y la búsqueda de soluciones creativas a problemas complejos.
- Toma de decisiones ágil: se desarrolla la capacidad de tomar decisiones rápidas y efectivas, basadas en datos y en la intuición, dentro de un entorno dinámico.
- Gestión integral del negocio: se adquiere una visión global del negocio, aprendiendo sobre diferentes áreas como marketing, finanzas, operaciones y gestión de talento.
- Importancia de la colaboración: la experiencia muestra que el éxito requiere trabajo en equipo, apoyo mutuo y la construcción de alianzas estratégicas.
- Desarrollo personal y liderazgo: se aprende a liderar con empatía, motivar a los demás y a manejar el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Trabajar con una emprendedora es una experiencia desafiante pero gratificante. Ofrece la oportunidad de desarrollar habilidades críticas, como la adaptabilidad, la resiliencia y la innovación, mientras se contribuye activamente al crecimiento de una idea que puede generar un impacto significativo.
Ser parte de este proyecto a través del Semillero Empresarial “UTI Business” ha sido una experiencia transformadora. No solo me permitió aplicar mis conocimientos legales, sino que también me ayudó a desarrollar habilidades prácticas como la comunicación efectiva y el análisis estratégico. Además, trabajar con una emprendedora apasionada y comprometida fue una inspiración para entender cómo el esfuerzo y la resiliencia pueden superar cualquier desafío.
Inspiración para otros estudiantes
Quiero motivar a mis compañeros a involucrarse en iniciativas como esta. No solo enriquecen nuestra formación académica, sino que también nos conectan con realidades distintas y nos permiten contribuir al desarrollo de nuestra comunidad.
Desde mi experiencia en este proyecto, he comprendido que el emprendimiento no es solo un medio para generar ingresos, sino también una forma de transformar vidas y comunidades. Es un recordatorio de que, como estudiantes, podemos marcar una diferencia real al aplicar lo que aprendemos en las aulas en beneficio de quienes nos rodean.
Semillero Empresarial “UTI Business” me ha dado la oportunidad de crecer personal y profesionalmente, mientras apoyo a emprendedores locales a cumplir sus sueños. Esta experiencia reafirma mi compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo económico y social de nuestra comunidad, demostrando que juntos podemos construir un futuro más próspero y sostenible.
Por escrito Ariana Almeida Ortega, estudiante Universidad Indoamérica, Semillero Empresarial “UTI Business”.