La proto-ciencia ficción en Ecuador, en años recientes, académicos como Iván Rodrigo Mendizabal y Álvaro Alemán han recuperado relatos y novelas de autores ecuatorianos del siglo XIX que constituyen los primeros ejemplos de ciencia ficción en el país.
La mayoría de estos autores publicaban en revistas literarias como “En ratos de ocio”, “Narraciones extraordinarias” y “La palabra”. Guayaquil, un importante puerto de entrada, fue el epicentro de este movimiento literario. Iván Rodrigo Mendizabal, en su libro Imaginando a Verne, sugiere que Guayaquil adoptaba un pensamiento más progresista, mientras que en la Sierra había mayor reticencia hacia la ciencia y la innovación.
Gracias a su posición estratégica, Guayaquil fue la primera en recibir nuevas tecnologías, que luego se difundían a otras partes del país, aunque con cierta resistencia en la capital.
Entre los principales autores de la proto-ciencia ficción ecuatoriana destacan Francisco Campos Coello, José Antonio Campos, Manuel Gallegos Naranjo, Alberto Arias Sánchez, Vicente Becerra, Abelardo Iturralde, Juan León Mera, Juan Montalvo, Ángela Caamaño, Mercedes Moscoso y Zoila Ugarte de Landívar.
Influencias
Los escritores ecuatorianos de proto-ciencia ficción se vieron influenciados por autores europeos y estadounidenses, en especial por las novelas de Julio Verne. De hecho, en el prólogo de una de las obras de Francisco Campos Coello, los editores destacaron que él fundaba una nueva escuela inspirada en los textos de Verne.
Curiosamente, Verne no fue bien recibido por la intelectualidad ecuatoriana de la época. En 1878, Juan Montalvo lo calificó como un “escritorzuelo” en un artículo en El Regenerador.
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