La viruela del mono: una perspectiva histórica y su relevancia actual

La viruela del mono, una enfermedad zoonótica que ha captado la atención mundial en los últimos años, no es un fenómeno nuevo. Su historia se entrelaza con la de la humanidad y, en particular, con la lucha contra la viruela humana. A pesar de su rareza histórica, los recientes brotes han puesto de manifiesto la importancia de comprender su origen, evolución y las lecciones que podemos aprender de su interacción con nuestra especie.

El virus de la viruela del mono fue identificado por primera vez en 1958 en monos de laboratorio en Copenhague, Dinamarca. Sin embargo, su nombre es un tanto engañoso, ya que los monos no son sus principales portadores en la naturaleza. Los roedores y pequeños mamíferos de las selvas tropicales de África Central y Occidental son los reservorios naturales del virus. La primera infección humana documentada se registró en 1970 en la República Democrática del Congo, marcando el inicio de una vigilancia epidemiológica que ha revelado brotes esporádicos en diversas regiones de África a lo largo de las décadas.

Un logro monumental de la salud pública fue la erradicación de la viruela humana en 1980, sin embargo, esto tuvo consecuencias inesperadas, la suspensión de la vacunación masiva contra la viruela disminuyó la inmunidad de la población no solo contra esa enfermedad, sino también contra otros ortopoxvirus, como el de la viruela del mono. Esta disminución de la inmunidad colectiva, junto con factores ambientales y sociales cambiantes, creó un escenario propicio para el resurgimiento de la viruela del mono.

Te podría interesar: Mujeres científicas: Dra. Utako Okamoto y el descubrimiento del ácido tranexámico

El año 2022 marcó un punto de inflexión en la historia de la viruela del mono. Un brote sin precedentes se extendió por varios países no endémicos, incluyendo Europa, América del Norte e India. La rápida propagación del virus, principalmente a través del contacto sexual entre hombres, generó alarma en la comunidad sanitaria mundial.

La Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del mono una emergencia de salud pública de importancia internacional, subrayando la necesidad de una respuesta coordinada y global.

Este brote, el más grande jamás registrado, superó en número de casos a todos los casos previos combinados. La facilidad de transmisión entre humanos, especialmente en contextos de contacto íntimo, demostró la capacidad del virus para adaptarse y explotar nuevas vías de propagación. La respuesta internacional, aunque inicialmente lenta, se intensificó con la implementación de medidas de vigilancia, aislamiento y vacunación dirigida a grupos de alto riesgo.

La transmisión ocurre a través del contacto directo con fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas de personas infectadas. El contacto con objetos contaminados, como ropa de cama o toallas, también puede propagar el virus. La transmisión respiratoria, aunque menos común, es posible en contactos cercanos y prolongados.

Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga y linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), que distingue la viruela del mono de la viruela humana. A medida que la enfermedad progresa, aparece una erupción cutánea que evoluciona desde máculas (manchas planas) hasta pápulas (lesiones elevadas), vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas (ampollas llenas de pus) y finalmente costras.

La enfermedad suele durar de 2 a 4 semanas, y la persona es contagiosa hasta que todas las costras se hayan caído y se haya formado una nueva capa de piel.

La prevención se basa en evitar el contacto cercano con personas infectadas, practicar una buena higiene de manos y usar equipo de protección personal adecuado en entornos de riesgo. La vacunación contra la viruela ofrece una protección cruzada significativa contra la viruela del mono y se recomienda para personas en riesgo de exposición.

La historia de la viruela del mono es un recordatorio de que la lucha contra las enfermedades infecciosas es un esfuerzo continuo y que debemos aprender de nuestro pasado para construir un futuro más saludable y seguro para todos.

Aporte de la Facultad de Ciencias de la Salud y Bienestar Humano de la Universidad Indoamérica.

¡No te vayas sin calificar nuestro artículo!

Total 9 Votos
0%

Tell us how can we improve this post?

+ = Verify Human or Spambot ?

Anterior
Siguiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.