¿Alguna vez te has preguntado qué factores son determinantes en una conducta académica específica en los estudiantes universitarios?
La educación y la psicología analizan los procesos de autoinfluencia, es decir, los procesos que le permiten al individuo regularse internamente (de forma consciente o automática). Dentro de los procesos de autoinfluencia se encuentra la autoeficacia.
¿Qué es la autoeficacia?
Es un proceso interno que comprende el conjunto de creencias de los individuos en las capacidades propias para organizar y ejecutar el curso de una acción hacia la consecución de un logro.
Dicho de otra manera, se trata de los juicios para establecer objetivos, así como la planificación y el proceso necesario para ejecutarlos y culminarlos de manera eficiente.
Si nos centramos en el contexto educativo, ser eficaz implica esfuerzo para cumplir con tareas y actividades asignadas.
Siendo así,
la autoeficacia se entiende como un constructo particular del fenómeno de aprendizaje y la educación conocida como autoeficacia académica.
La autoeficacia académica también es una autopercepción de valía propia que le permite al estudiante desempeñarse de manera autónoma, en los niveles designados para el aprendizaje y para los desafíos académicos con éxito relativo, así señala la investigación “Inteligencia emocional, compromiso y autoeficacia académica. Análisis de mediación en universitarios ecuatorianos”. En este documento se plantea que existe la necesidad de indagar la mecánica de su funcionamiento y su interacción con otras variables.
Ahora, pensemos en el valor de la inteligencia emocional
Se trata de la habilidad que tienen los individuos para automonitorizar sus sentimientos y emociones, para así discriminarlos y utilizar esa información de manera directa y personal, con el fin de predecir una respuesta conductual propia y sus acciones subsecuentes.
Es la habilidad que permite procesar información sobre la percepción, la asimilación, la expresión, la regulación y el manejo de las emociones propias.
Se trata de un manejo asertivo y equilibrado de las emociones
Siguiendo con el planteamiento, la inteligencia emocional en la educación es relevante porque involucra el aprendizaje de conocimientos y también el dominio del entorno escolar, en el que se manejan el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y el bienestar psicológico.
Respondiendo a la pregunta que da título a este artículo, la relación de la inteligencia emocional y la autoeficacia académica, la configuración de creencias de eficacia y de logro requerirá de un elemento emocional optimista que permita generar juicios de valoración positiva a partir de un manejo asertivo y equilibrado de las emociones.
Es posible confirmar una relación positiva y significativa en distintos segmentos de población estudiantil, incluida la universitaria.
Fuente consultada:
“Inteligencia emocional, compromiso y autoeficacia académica. Análisis de mediación en universitarios ecuatorianos”, artículo coordinado por Msc. Adriana Balseca, Msc. María José Cárdenas-Pérez y Msc. Diana Moya-Ramírez, del departamento de idiomas de la Universidad Indoamérica. http://www.ciipme-conicet.gov.ar/ojs/index.php?journal=interdisciplinaria&page=article&op=view&path%5B%5D=845
